Naeem Abbas


Mi nombre es Naeem Abbas y tengo 26 años. Nací y crecí en Pakistán con mis 6 hermanos, y fui educado en la cultura musulmana. A pesar de formar parte de una familia religiosa, recuerdo que en casa había muchos problemas entre mi padre y mi madre, y que los castigos de mi padre eran muy duros y violentos hacia nosotros. Desde pequeño, por temor a mi padre, hubo en mí el deseo de marcharme de casa pensando que se acabarían así mis problemas. Llegué a escapar en varias ocasiones a casa de mis tíos, que vivían lejos, y sin la intención de volver a mi casa porque temía qué podría ocurrir si regresaba. Tenía padre, pero no me sentía querido ni amado, estaba muy dolido y buscaba consuelo en cualquier cosa: pasaba mucho tiempo fuera de casa con mis amigos, empecé a fumar a escondidas con 10 años, descubrí que me resultaba muy fácil mentir… y comencé a vivir siguiendo mis deseos, hasta que acabé esclavo de ellos. 

Con el paso de los años, mi padre tuvo que venir a España a vivir y trabajar para poder mantenernos. Y cuando cumplí los 12 años, mi madre, mis hermanos y yo vinimos a España. La relación entre mi padre y yo no mejoró, me costó mucho adaptarme al cambio por el idioma, el colegio, los nuevos amigos... Viví en casa de mis padres hasta que cumplí los 15 años, siempre con dolor y tristeza en el corazón, en medio de muchas discusiones y mucho miedo a las reacciones de mi padre. La situación se complicó tanto en casa que me llevaron a un centro de menores. Pensé que esa era mi oportunidad y mi salida, que podría vivir por fin lo que siempre había deseado. Pero me equivoqué, empecé un ciclo de estudios y no llegué a terminarlo por la triste realidad de mi adicción a fumar porros. Volví a intentarlo otro año, y volví a fracasar. Me quedé estancado.

no tenía ganas de vivir ni propósito. No veía salida a mi vida...

Empecé a juntarme con chicos que fumaban porros y salían de fiesta, y me uní a ellos hasta que cumplí los 18 años y salí del centro de menores. Con la mayoría de edad parecería que las cosas no podrían empeorar, sino solo mejorar, pero todo fue aún peor. Perdí casi todo el contacto con mi familia; empecé una relación con una chica y acabé rompiéndole el corazón... Llegué a mi límite, estaba sin fuerzas, deprimido. Comencé a refugiarme en las drogas; no tenía ganas de vivir ni propósito. No veía salida a mi vida...

Y ahí conocí al Señor Jesús.

Hasta que un día, cuando tenía 21 años, una psicóloga me habló de un centro cristiano en Pamplona, Ciriza. Decidí ir al Centro Vida Nueva, sin nada que perder, y tampoco nada que ofrecer. Mi intención era vivir allí unos meses para cambiar de entorno y amistades, y luego retomar mi vida. Pero Dios tenía planes mucho más excelentes para mí y empezó a tocar mi corazón. Descubrí que el Centro Vida Nueva era un lugar donde de verdad se vivía en familia, donde había paz, gozo y amor; donde, a pesar de todos los problemas que traía, de mi inestabilidad, de mis malas palabras, de mis sucios pensamientos y de mi mente corrompida, se me acogió como a uno más, con mucho amor, y donde fueron suplidas todas las necesidades que tenía, tanto físicas, como del corazón, donde importaba cada detalle de mi vida... Y ahí conocí al Señor Jesús. Pude entender que Dios me amaba y pude recibirle en mi corazón como mi Señor y mi Salvador. Fue entonces cuando Dios comenzó toda una obra de limpieza y sanidad en mi vida, enseñándome a vivir el Evangelio en lo pequeño. Hoy es el día en el que puedo notar la presencia de Dios cada día conmigo; siento su Espíritu Santo trayendo a mi vida la confianza de que Él tiene todo bajo control. Es Dios quien me da las fuerzas cada día para poder vivir escuchando el consejo que antes aborrecía, para poder hacer las cosas que se me dicen, para poder pensar bien, obedecer a mis autoridades (responsables). 

Ahora me siento hijo amado, sé que Dios es mi padre y que siempre está conmigo; ahora puedo disfrutar de su compañía, insustituible para mí; ahora puedo trabajar, cuando antes era un vago; ahora puedo ayudar allí donde hay necesidad, y esto es un privilegio para mí. También me ha concedido tener una relación preciosa de noviazgo, con una mujer de verdad que vive el evangelio y lo único que busca es hacer la voluntad del Padre aquí en la tierra, con un gran corazón para servir a los demás sin recibir nada a cambio, con un corazón lleno de alegría y paz.

Dios me ha dado una nueva oportunidad para vivir, me ha dado esperanza

Tengo muchísima gratitud en mi corazón por cada vida que ha invertido en mí desde el primer momento que llegué al centro: desde el director y su familia, hasta cada responsable, que ha dedicado día y noche a amarme, a aconsejarme, a enseñarme lo correcto, a decirme siempre la verdad. Y estoy profundamente agradecido a Dios por su obra en mí, por la preciosa familia de la que me ha rodeado en el Centro y en la que me ha permitido empezar de nuevo cuando ya no tenía esperanza de cambio, cuando solo quería morir. Dios me ha dado una nueva oportunidad para vivir, me ha dado esperanza, gozo y propósito en esta tierra. 

Comentarios

  1. Dios cambia vidas. Y la Gloria de Dios está en el Centro Vida Nueva.

    ResponderEliminar
  2. Es una gran bendición poder ver ese gran cambio en ti Naeem, eso, y cada vida que vive en la comunidad nos ayuda a querer más lo de Dios y servirle incondicionalmente como lo hacéis vosotros, con amor y humildad. Gracias por ese hermoso testimonio que, por medio de nuestro Señor Jesucristo, podemos verlo no sólo en palabras escritas sino también en hechos.
    Que Dios te siga bendiciendo con su gracia y su amor.

    ResponderEliminar
  3. Qué milagro es tu testimonio Naeem... Cómo se ve claramente que Dios restaura las vidas haciendo todo nuevo, que no hay nada imposible para Dios, que Es Padre y todo lo hace bien. Muchísimas gracias por abrir tu corazón y contar la poderosa obra de Dios en tu vida.

    ResponderEliminar
  4. Muchas Gracias naeem. Nos encanta compartir momentos contigo, por tu gozo constante y tu integridad. Dios a sido tan fiel.

    ResponderEliminar
  5. Tremendo amor de Dios volcado en ti Maeem y tremendo milagro... y dicen q los milagros no existen? Otras de tantas mentiras... ¡¡la comunidad está llenos d ellos!!
    Tu vida Naeem es toda una carta escrita donde se puede leer muy bien y muy claro. Muchas gracias Maeem por tu testimonio. Como me emociona ver el amor de Dios manifestarse de esta manera...

    ResponderEliminar
  6. Esto si que es un milagro. Una vida completamente transformada.
    Puedo dar testimonio de que es así, lo conocí en sus horas mas bajas y ahora es una persona completamente nueva.
    Dios te guarde Hermano.

    ResponderEliminar
  7. Gloría a Dios por su misericordia.Es verdad que Dios cambia las vidas.Gracias por tu testimonio Naeem, eres una bendición.

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias Naeem, trae mucha esperanza y gozo leer tu testimonio !!

    ResponderEliminar
  9. Dios es realmente poderoso!
    Doy fe de que no te pareces en nada al viejo hombre que cuentas. Muchas gracias por abrir el corazón con valentía y sinceridad.

    ResponderEliminar
  10. Es maravilloso ver cómo obra nuestro Padre celestial.... Tu vida me bendice ENORMEMENTE.

    ResponderEliminar
  11. Gracias Naeem por compartir tu testimonio tan esperanzador que permite ver claramente como Dios todo lo hace bien.

    ResponderEliminar
  12. Joseangelperezleon31 de mayo de 2022, 11:20

    Que DIOS te siga bendiciendo

    ResponderEliminar
  13. Cuanta gloria de Dios Naeem. ¡Gracias!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario