Isidoro Francisco


Me llamo Isidoro Francisco Moro, tengo 66 años nací en Salamanca en una familia normal, y fui criado conforme a las reglas y normas corrientes de aquel tiempo. Con la edad de 8 o 9 años toda mi familia y yo nos mudamos al País Vasco, concretamente a San Sebastián. Los primeros años de mi vida allí transcurrieron dentro de una infancia feliz, adaptándome al clima primero y luego a las circunstancias por las que atravesaba el País Vasco en esos momentos. Hasta los 14 años estuve estudiando para poder tener el certificado escolar, pero a partir de ese momento y por la necesidad económica que había en casa me puse a trabajar. Han pasado más de 50 años desde que empecé a trabajar y ahora puedo darme cuenta de lo vanamente que transcurrió mi vida hasta conocer a Cristo. 


Estaba destrozado, perdido, sin control de mí mismo y cuando la esperanza era totalmente nula, surgió lo más inesperado


A lo largo de todo este tiempo he pasado por muchas fases o etapas, unas mejores, otras peores, pero puedo asegurar que la única que ha merecido la pena es esta última que comenzó el sábado 24 de agosto del año 2013. Tenía 58 años, ese día Dios tuvo misericordia de mi y salió a mi encuentro en un congreso celebrado en Ficoba (Irún) los días 23, 24 y 25. A partir de ese día mi vida dio un giro radical, todo, absolutamente todo, cambió para mejor en mi vida. Hasta entonces yo había entregado mi vida a todo lo que este corrupto mundo nos ofrece. Salvando una etapa en la que me dediqué al deporte y le entregué gran parte a los montes del País Vasco, lo demás había sido una vida totalmente desordenada y comprometida con toda clase de vicios que no me llevaban más que a la desesperación y a la amargura. Así transcurría mi vida de fracaso en fracaso y convencido de que todo cuanto hacía estaba bien. El Señor Jesús permitió que me fuera hundiendo más y más hasta que llegó un momento en que ya no había más profundidad. destruido noviazgos, matrimonios, un hijo, amistades de hermanos y amigos... en definitiva estaba solo y sin ningún propósito ni alternativa a la que agarrarme. 


A partir de ese sábado de agosto de 2013 mi vida paso de ser una vida sin sentido ni dirección a ser una vida con propósito, con aspiraciones y sobre todo una vida con un gozo que jamás podría haber imaginado.




Estaba destrozado, perdido, sin control de mí mismo y cuando la esperanza era totalmente nula, surgió lo más inesperado de la forma más inesperada y que solo Dios podía hacer. Fueron muchas las cosas que Dios cambió ese día y que ahora por no abusar del tiempo no voy a comentar. Pero en resumen mi vida cambió desde que conocí y entregué mi vida a un Dios verdadero.



A partir de ese sábado de agosto de 2013 mi vida paso de ser una vida sin sentido ni dirección a ser una vida con propósito, con aspiraciones y sobre todo una vida con un gozo que jamás podría haber imaginado. Comencé a congregarme en la iglesia de Rentería. El camino para llegar allí estuvo repleto de "casualidades", pero yo que lo viví en primera persona, puedo asegurar que solo Dios pudo hacerlo. Aun así la maldad que llevaba dentro, la cual había experimentado durante gran parte de mi vida, me hacía tropezar una y otra vez hasta caer de nuevo en un abismo, a pesar de que la iglesia de Rentería me cubría y ayudaba en todo lo que necesitaba. Satanás sabe muy bien como confundir y engañar a personas como yo, pero también hay un Dios que no nos desampara y en su promesa me refugié. 

Dios puso a mi lado autoridades en la iglesia de Rentería que supieron desde el primer momento que es lo que necesitaba, y por eso un 18 de agosto del 2014 y sin mas preámbulo, viendo Cristian (hoy pastor) que mi situación era muy delicada y que corría el riesgo de caer en el precipicio, me dijo: "nos vamos a la comunidad vida nueva de Pamplona". Yo acepté y esa misma tarde Cristian cogió a toda su familia y nos fuimos a Pamplona.


Realmente pienso que fue este día cuando en mi vida comenzó el verdadero cambio, aun recuerdo que cuando entré por las puertas de Vida Nueva sobre las ocho de la tarde y vi el lema que la comunidad tiene escrito: "Porque nada hay imposible para Dios" algo sucedió dentro de mi que no puedo explicar y que no sabría definir, pero sabía que algo nuevo se estaba gestando dentro de mí, y no me equivocaba en absoluto. Han pasado casi siete años  de aquel día y puedo asegurar que lo que se estaba gestando entre otras muchas cosas era un cambio de personalidad total. En Vida Nueva Dios ha hecho de mí una persona que se siente amada y que es capaz de amar; que se siente perdonada y es capaz de perdonar; que se siente digna y es capar de dar dignidad... Todo esto no hubiera sido posible si Dios en su misericordia no me hubiera puesto en un lugar como Vida Nueva, y si gente tan excelente como los pastores que en confraternidad con el equipo de responsables no se hubieran entregado a Dios, dispuestos a perder lo que por méritos propios se merecen por personas tan insignificantes como yo.

Hoy puedo decir muy alto que atrás quedo aquella vida sin sentido, vacía de todo. Atrás quedaron todas las ataduras que me hacían hacer todo lo malo y me impedían hacer todo lo bueno. Hoy es el día que procuro hacer todo el bien aún con mis tropiezos, pero si algo Dios me ha enseñado es que me concede el arrepentimiento. No puedo mas que mostrar mi gratitud a Dios por colocarme en un lugar tan indescriptible cono Vida Nueva, Amén.

Comentarios

  1. Gloria a Dios ! Bendito su santo nombre. Dios es bueno .gracias por su testimonio , me da mucha esperanza

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  2. Gloria a Dios por lo que ha hecho en tu vida Isidro. Dios nos encuentra en nuestros imposibles y los transforma en posibles. Dios te bendiga mucho por tu tes-
    testimonio

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  3. ¡Muchas gracias, Isidoro! Es verdad que nada es imposible para Dios (:

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  4. IMPRESIONANTE!!! una y otra vez Dios nos deja ver su gran amor Incondicional, dejando a las noventa y nueve va a nuestro encuentro, a por la descarriada para volverla al redil y poder seguir cuidando d ella por siempre... es verdad se nota el gozo d Dios en ti y tu disposición en el servicio y me bendice...😊

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  5. Gracias, Isidoro, por abrir el corazón y contarnos lo que solo Dios puede hacer.

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  6. Doy fe de la real transformación de tu vida. Ahora es un auténtico placer estar a tu lado y ver ese carácter compasivo y generoso qie Dios ha puesto en ti.
    Gracias por abrir tu corazón y relatar tan sinceramente cosas tan sublimes.

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  7. Muchas gracias Isidoro por abrir el corazón. No hay nada imposible para Dios y tu testimonio una vez más afianza esta gran verdad.

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  8. Que bendición es ver las estrategias de Dios para transformar una vida... Es precioso ver cómo ahora eres otro y has decidido seguir a Cristo, servirle con todo lo que tienes y eres y además... ¡Haber formado una preciosa familia para su propósito! Enhorabuena por vuestra boda Isidoro, qué milagro..... Dios os ayude y dé lo que necesitéis cada día. Recibe un entrañable abrazo!!

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