Miguel Capitán

¡Hola! Me llamo Miguel. Soy el quinto de ocho hermanos. Tuve una niñez no muy buena, con un padre que bebía mucho, y como consecuencia de esto, tanto mi madre como mis hermanos y yo sufrimos malos tratos.
Comencé a fumar muy joven, sobre los diez años, y a partir de ahí me fui metiendo poco a poco en vicios peores. Al llegar a la adolescencia empecé a tontear con las drogas blandas, los porros y el alcohol, y consumiendo revistas pornográficas. Vivía una vida desordenada, y eso me llevó a tocar también la delincuencia. Durante dos años viví cada vez más metido en toda clase de maldad. La consecuencia de eso es que estuve dos veces preso en la cárcel. Salí de allí pero las cosas no cambiaron.
Al poco tiempo de terminar el servicio militar me casé. Un amigo de mi hermano me empezó a hablar de Dios y de su Hijo Jesucristo. No de una religión, sino de alguien real que había venido para salvarnos. Poco a poco fui conociendo a este Jesús, hasta el punto de aceptarle en mi corazón y decidir entregarle mi vida y obedecerle.
Pasaron los años y empecé a tener problemas en mi matrimonio, pero no recurrí a Dios, y terminé separándome. Eso y mi inmadurez me llevaron a apartarme de Dios. Volví de nuevo a mi vida desordenada y llena de pecado. Fueron pasando los años entre muchas relaciones sentimentales que no me llevaron a nada. Seguía con mis vicios, pero nada suplía el amor de Jesucristo que yo había conocido antes.
sin ilusión ni esperanza ni ganas de vivir, completamente desordenado y confundido.
Fue pasando el tiempo y tuve una relación de 14 años con una chica que no acabó bien. A consecuencia de una enfermedad ella falleció, y eso me hizo caer aún más. Me hundí en el alcohol, en la depresión, sin ilusión ni esperanza ni ganas de vivir, completamente desordenado y confundido. Estaba hundido. En mi desesperación clamaba a Dios para que me ayudara, para que me diera fuerzas, ya no podía más con esta situación. Al poco tiempo mi hermano me habló de un centro de rehabilitación, Vida Nueva. Ingresé y ahí comenzó mi reencuentro con Dios, y empecé a ver la luz al final del túnel. Fui empezando a obedecer, y Dios fue restaurando mi vida, tanto física como mentalmente. Me devolvió la cordura, derramó de su gracia llenándome de su amor y de esperanza, y dándome una nueva vida. Poco a poco fue cambiando mi actitud, dándome dignidad, una mente limpia y restaurando todo lo que el pecado había sacado de mí.
A día de hoy tengo un agradecimiento muy grande por lo que Jesucristo ha hecho en mi vida, la sanidad tan grande que ha hecho en mí. Cómo me ha cubierto y llenado de su amor, de su verdad. Cómo ha puesto en mí su esperanza y la certeza de tenerle como Padre, Dueño y Señor de mi vida. Me ha dado sustento, trabajo, una mujer preciosa y maravillosa con la que en pocos meses contraeré matrimonio, y lo más importante: una vida completa y nueva en Él, y para Él.
una vida completa y nueva en Él, y para Él. 
También tengo un agradecimiento muy grande a los responsables del centro. Al pastor Luis Nasarre y su esposa Mari Carmen, a Joel, la persona que ha estado cuidando de mí, a cada responsable, a los chicos y chicas del centro, a todo lo que es Vida Nueva, esa gran familia que es para mí y me ha llenado de tanto amor.
Cuando miro atrás me doy cuenta de lo que supone vivir sin Jesucristo. Él me ha llenado y me llena cada día.

Comentarios

  1. Hola Miguel! Qué impactante y esperanzador me ha resultado leer lo que has escrito. De verdad es admirable la obra que Dios ha hecho en ti. Siempre resulta muy agradable tratar contigo, ver el respeto que muestras a todos, y comprobar la confianza que tienes. ¡Enhorabuena por la boda! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gloria a Dios por buscar lo perdido Gracias por tu testimonio Miguel EL Señor es fiel

    ResponderEliminar
  3. ¡Gloria a Dios por tu vida nueva Miguel! Me impacta la valentía que has tenido para contar públicamente con todo detalle tu testimonio de donde Dios te sacó y cómo El te ha dado una nueva oportunidad. Doy fe que eres un hombre esforzado, trabajador e imitable, que vive agradando a Dios a cada momento. ¡Me regocijo en el Señor por todo ello y por el nuevo enlace matrimonial!

    ResponderEliminar
  4. Si, gracias Miguel por compartirlo, no conocía tu testimonio y es esperanzador... Poder seguír viendo otra vez que no hay nada que Dios no pueda cambiar... Ver la misericordia de Dios que nunca se acaba, que es nueva cada mañana, nos da lo que no merecemos, en vez de lo que merecemos...
    Realmente Dios es inmensamente bueno!!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Me ha encantado poder leer la preciosa obra que ha hecho el señor en tu vida! Gracias por abrir el corazón y transmitir tanta esperanza..Gloria a Dios por todo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por esto no nos avergonzamos del Evangelio porque es poder de Dios a todo aquel que lo obedece . Gracias a Dios por su incondicional Amor que trspasa culquier capa y llega donde nadie mas puede llegar . "Gloria a Dios " nuestras vidas le pertenecen .

      Eliminar
  6. Gracias Miguel! Gloria a Dios por tu nueva vida y por la valentía que te ha dado para poder abrir tu corazón sin temor a nada más para darle toda la gloria al único que se la merece. ¡Enhorabuena por tu matrimonio, ya no queda nada! Se que vais a ser un hogar de mucha bendición para los que os rodean.

    ResponderEliminar
  7. Impresionante testimonio Miguel, muchisimas gracias por abrir tu corazón y mostrar a traves de ello una vez más lo bueno y grande que es Dios.
    Y lo misericordioso que es por permitirnos tener este trozo de cielo (Vida Nueva) en la tierra.

    ResponderEliminar
  8. Soy Julián
    Gracias Miguel eres todo un ejemplo de que Dios habita en el corazón del hombre que hace su voluntad y que tiene un propósito para nuestras sigue en esté precioso camino de obediencia que el te á marcado

    ResponderEliminar
  9. Miguel que bendición eres para nosotros!!!solo podemos dar gloria a Dios por como el te ha dignificado y te ha dado una NUEVA VIDA preciosa recibe un grande abrazo de nuestra familia

    ResponderEliminar
  10. Hola Miguel, decir que tenemos un padre muy bueno el te hizo ver tu necesidad y te dio la salida soy testigo de ello aque día en manresa que me decías que querías ingresar en vida nueva, gracias Miguel por abrir tu corazón y obedecer el evangelio en vida nueva, que ha sido un instrumento de bien para tu vida. Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Me ha encantado leer tu testimonio. Sé que Dios te ha transformado completamente desde la primera que te conocimos en Manresa. Es un regalo tenerte cada vez que nos visitas y se puede ver la gloria de Dios en tu vida.

    ResponderEliminar
  12. Me reconforta tanto ver la bondad de Dios con tu vida que me llena de esperanza. Como cada vez que volvías atrás Él te regalaba otra oportunidad tras otra hasta que finalmente has vuelto al redil para quedarte. Es no sólo un honor, sino un placer, estar a tu lado ahora y doy fe que de aquello que cuentas no queda ni rastro y si no lo contases tú pienso que no lo podría creer.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario