Zuriñe Landaluce

Me llamo Zuriñe y soy de Vizcaya. Crecí en un precioso pueblo con playa y montañas y era una niña muy feliz. Los primeros años de mi vida los pasé con mis padres en el caserío de mi abuela entre vacas, conejos, gallinas, perros.... mi vida era perfecta! Ya desde que nací era una niña enfermiza y siempre estaba en cama. De las pocas fotos que hay de mis padres y hermanas de aquellos tiempos, no salgo en ninguna...siempre estaba enferma. Tanto es así, que hubo que mandarme con 2 añitos a Haro, que era donde vivía mi abuela materna, a pasar todo el invierno con ella y en verano de regreso a casa. Así cada año hasta los 8 que falleció mi abuela. Aunque era inmensamente feliz en la Rioja con mis primos, mis tíos y mi amada abuelita.. .. sin saberlo yo, un sentimiento de rechazo profundo se había empeñado en vivir en mi corazón perpetuamente. No sabía qué pasaba, solo sabía que yo tenía que hacer mucho más esfuerzo que mis hermanas para que mis padres me quisieran.... o eso pensaba yo. Ellas estaban con ellos todos los días... yo solo unos meses al año. Así fui creciendo, siempre tenía que andar alguna milla más que los demás para que me quisieran, o por lo menos esto era lo que vivía. Abrumada por el rechazo y el complejo de inferioridad tuve que dejar la escuela con un graduado escolar pelado con 13 años porque no podía enfrentar todo esto y tampoco lo podía contar. Vivía en soledad todos mis miedos y mis complejos que eran muchísimos. La etapa de la escuela fue muy dura para mi... no había manera de que me entrara nada en la cabeza. Mis padres poco menos que pensaban que era tonta... porque eso es lo que parecía. Entonces si no valía para estudiar como todo el mundo me decía, pues decidí no seguir estudiando y ponerme a trabajar.
Aquí empieza mi cabalgadura con la muerte, y digo muerte, porque maté todo lo que era vida en mí, adquiriendo malos hábitos como beber hasta quedar inconsciente los fines de semana... no pudiendo enfrentar la realidad de mis pensamientos acerca de mi misma frente a las amistades con las que salía y personas con las que me relacionaba, saltar de hombre a hombre buscando comprensión afecto...llenar ese vacío tan inmenso. ¡Cuánto hice sufrir a mis padres! ¡Cuántas mentiras, cuánto egoísmo, cuanta deshonra! Perdóname Dios. Con trabajo, dinero, coche propio desde los 18 años... la independencia era total. No había quien me sujetase. Realmente no lo pasaba bien con mis amigos, y muchas veces me veía obligada a ir a un sitio y otro porque era la que tenía el coche. Seguía en este camino de degradación personal arrastrando una profunda indignidad por donde quiera que fuera. Daba igual la cantidad de alcohol o drogas que hubiese tomado, todo el tiempo me sentía así de horrible. Era insoportable. 
Así llegé maltrecha y exhausta a un matrimonio de locos (la loca era yo). Él era una víctima más en mis asquerosas manos. El desastre fue tan grande que me costó años recuperarme. Aunque antes de casarme me habían hablado de Jesús y de su amor por mí, 
es aquí en este rotundo fracaso cuando se quebró verdaderamente mi vida y Dios me trajo por urgencias a Pamplona al centro Vida Nueva. 
¡Esto fue como llegar a casa! Tenía tanto dentro y todo malo, que hablaba por los codos, pero me atendían con mucho amor y paciencia en lugar de rechazarme. Lloraban conmigo en mi dolor, perdían sueño por atenderme... ganaron mi corazón con ese precioso amor que me hacía sentir especial por primera vez y amada, a pesar de lo que era en realidad. Como me amaban, comenzaron a decirme la verdad sobre el estado de mi alma y de mi vida. Lo hacían en dosis muy pequeñitas para que no desmayara en el camino hacia la sanidad y la libertad de hábitos que no podía dejar. Su trato hacia mí era con tanto cuidado y al ritmo que yo podía andar, caminaban a mi lado para que no cayese y desmayase. Me iba enamorando de Jesús, porque Jesús es Amor y lo estaba pudiendo ver y palpar continuamente en el centro Vida Nueva, o en casa como familiarmente decíamos. Cuantas veces los abrazos que me daban los responsables me parecían Dios abrazándome... también cuando me enseñaban y corregían actitudes de orgullo, de independencia, violencia, manipulación, soberbia, rebeldía... ¡eran tantas cosas! Ahí también, a través de ellos, de ver cómo se comportaban unos con otros, con respeto, con humildad, sin creerse más unos que otros, siempre con gozo a pesar de estar cansados, con sueño o muy disgustados porque algún interno se había marchado del centro, etc... Poco a poco aprendí a ver que la corrección de mis actitudes y desvaríos era el AMOR DE DIOS hacia mí. Así empecé a obedecer las enseñanzas y el consejo como si fuera una niña y empezó a huir de mí la tristeza, el dolor y esa sensación de suciedad e indignidad que me habían acompañado toda la vida. Soy libre de dejarme intimidar por los demás, de importarme más lo que piensen los demás de mí que lo que yo piense de mi misma. He dejado de manipular a los demás para conseguir mi fin, y también he dejado de ser manipulada y llevada donde realmente no quiero ir. El alcohol y las drogas no tienen nada que ver conmigo, no me hacen ninguna falta, ni tampoco ir de oca a oca, de una relación a otra. 
Soy libre de todo eso por la maravillosa gracia de Dios y sus preciosos brazos que encontré en Vida Nueva
que me enseñaron el camino de la verdad. El verdadero evangelio de Jesucristo vivido en la tierra diría yo. Realmente amados responsables del centro, me habéis enseñado todo, a hablar, a comportarme, a pensar bien, a obedecer y amar a Dios, a respetar a los demás, a dar siempre bien (aunque aún estoy aprendiendo), a discernir entre lo bueno y lo malo. A todo, porque no sabía nada. Muchísimas gracias por todo el amor, la paciencia y por no desmayar con mi vida. Y muchísimas gracias a nuestros preciosos y amados Pastores por su fidelidad a Dios. La Gloria sea a Dios.

Comentarios

  1. AMEN!!!!!!! Si, menos mal que Dios se paró en tu vida, siempre,siempre,siempre, se mueve
    en misericordia, menos mal que su amor es así, que sería sino de nuestras vidas...
    Menos mal que aún hay personas que si quieren ser las manos y pies de Dios...
    Y cuánto te agradezco Zuriñe por compartir conmigo lo que Dios hacia contigo, cuando comentábamos te acuerdas?
    " Que tenía q haber
    algo mas"... y, te lo mostró... fuistes también para nuestra familia ayuda para que Dios nos transformase a nosotros también, lo que descubrias, y nos lo compartías lo veíamos reflejado en ti, Gracias Dios por usarla, por derramar sobre ella, tanta gracia ,de la cual, también fuimos alcanzados...
    Gracias Dios, has sido, eres
    y serás siempre FIEL!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola zuriñe, decirte que Gloria a Dios porque solo el lo a hecho posible en tu vida Jesús lleno tu corazón para no estar mendigando en este mundo y te puso en vida nueva para traer la sanidad que necesitabas como tu dices, gracias zuriñe por querer abrir tu corazón contando tu realidad de vida. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Zuri me ha bendecido muchísimo lo clara que has sido y ahora ver como el señor te usa y poder servir al lado de una mujer como tu es una dignidad que no merezco gracias por tu generosidad tu entrega tu constancia eres una bendición un regalo para mi has sido tan útil para mi rehabilitación tu vida gracias Zuri por tanto tienes un corazón abierto y ancho que cabe tantas personas gracias te quiero muchísimo

    ResponderEliminar
  4. Hola Zuriñe! ¡Cuánto me alegro de todo el cambio que relatas! Es muy inspirador ver el gozo que te acompaña y el carácter firme y honesto que tienes. Ese gozo lo veo particularmente reflejado en dos características que me gustan mucho de ti: La alegría con la que saludas siempre y el entusiasmo que tienes en lo que haces. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Gloria a Dios por tu vida Zuri !! Muchas gracias por compartir tu testimonio, no cabe duda que eres nueva criatura, me bendice muchísimo tu vida y como Dios te usa para ser luz allá donde estas,me bendice muchísimo el gozo que Dios ha puesto en ti y lo esforzada que eres, eres un gran ejemplo para todos, muchas gracias por todo.
    Te quiero mucho

    ResponderEliminar
  6. Gloria a Dios por tu vida Zuri!!
    Verdaderamente es un regalo estar cerca de ti, no se ve por ninguna parte nada de lo que definía tu pasado. Eres un ejemplo de mujer esforzada y trabajadora, eres un ejemplo de cómo el gozo te preside en todas las cosas a tu alrededor...solo tengo gratitud por tu vida. Gracias a Dios por su maravilloso rescate y su magnífica obra de amor.

    ResponderEliminar
  7. Zuri. Doy muchísimas gracias a Dios por tu vida. Y a tí por dejarte usar por Él para permitirme ver tantas cosas que estaban en total oscuridad en mi ser. Gracias porque el carácter firme de Jesús reflejado en ti a dejado una huella imborrable en mi vida, gracias por pararte conmigo y ser la voz de DIOS hablando tanta verdad, enderezando mis pasos, gracias por tu ejemplo de diligencia, y excelencia en TODO lo que haces. Gracias por tu amor y por cada momento que he podido estar cerquita de ti, eres de muchísima bendición para mi vida Zuri. Te quiero mucho mucho. Eres de gran Ejemplo para mi. Gracias Gracias Gracias!!

    ResponderEliminar
  8. Gracias por compartir tu testimonio Zuri. Le doy muchas gracias a Dios por tu vida y porque desde que te conocí siempre me has transmitido esperanza y gozo. Me encantan tu firmeza y tu servicio fiel y excelente. Gracias a Dios por su rescate y por vidas como la tuya que le dan la gloria.

    ResponderEliminar
  9. Asombroso, sencillamente asombroso... Estoy muy agradecido por que cuentes con tanta claridad y sinceridad tu pasado porque no es sencillo recordar algo que realmente está tan pasado en tu vida. Es así, no queda ni rastro. Me encanta también ver la realidad del amor de Dios reflejada en el trato de los responsables hacia los internos, es algo encomiable y muy escaso en este mundo que vivimos. Muchas gracias de verdad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario