Lucy Zuleta

Me llamo Lucy Zuleta y soy de Ecuador, procedo de un hogar desestructurado donde experimenté muchas carencias, entre ellas el amor familiar y el respeto entre nosotros, vivíamos un completo desorden. Recuerdo desde muy niña que las peleas entre mis padres eran constantes, y aunque trabajaban mucho durante la semana para poder darnos sustento, el alcohol reinaba durante todo el fin de semana en nuestro hogar. Los fines de semana mi casa se convertía en un escenario de violencia e insultos. Este panorama era la normalidad de una familia para mí. A mi me gustaba estudiar, y con mucho esfuerzo logré terminar mis estudios. Sin embargo, a muy temprana edad busqué tapar mis carencias con distracciones en fiestas mediante el alcohol y el baile, y buscando el cariño en relaciones. Así, encontré al padre de mis tres hijos y nos juntamos; dos personas con muchas carencias y tres hijos que no sabíamos como criar. La violencia y el egoísmo que yo llevaba por dentro producía violencia hacia mi primer hijo. Mis hijos se criaron en el mismo ambiente que yo, presenciando insultos, violencia, borracheras y sintiendo una profunda inseguridad en el hogar. Yo quería cuidar y amar a mis hijos, por nada del mundo deseaba dañarlos, pero ahora comprendo que no tenía otra cosa que darles porque yo misma estaba dolida, amargada, herida y pérdida.

Cuando nacieron mis dos hijos pequeños decidimos venirnos a España, pensando darles una vida mejor con mayor comodidad, creyendo, erróneamente que el dinero podría suplir todas las carencias que tenían. Entonces tomé la peor decisión del mundo, dejar a mis hijos en Ecuador con mis padres, mientras yo me adelantaba a venir a España. Al quedarse sin sus padres en Ecuador, mis hijos se sintieron heridos rechazados y abandonados, aunque nunca fue mi intención, sin duda los amaba más que a nada ni a nadie en el mundo, pero no sabía, ni tenía los recursos para darles lo que realmente necesitaban. Después de un largo tiempo, por fin trajimos a nuestros 3 hijos a España y pensamos, de nuevo, que una vida cómoda iba a ser la solución a todos nuestros problemas como familia e iba a marcar un feliz “nuevo comienzo”. Pero rápidamente este deseo se hizo añicos, mi hogar seguía careciendo del verdadero amor que todos necesitábamos, las faltas de respeto eran continuas, y la sensación de inseguridad constante. En mi interior solo había violencia, egoísmo, rebeldía y un profundo sentimiento de rechazo, lo que se exteriorizaba en violencia. La situación llegó a un punto tan extremo que acabé separándome, porque habríamos terminado matándonos.
En mi interior solo había violencia, egoísmo, rebeldía y un profundo sentimiento de rechazo,
Me quedé sola con mis tres hijos, pero nuestra situación no mejoró nada. Mi preocupación aumentó cuando mi hijo mayor empezó a coger un mal camino que me hizo pedir ayuda a la iglesia a la que acudía. En la iglesia me hablaron del Centro Vida Nueva, un lugar donde podían ayudarme a mi y a mis hijos. En aquel momento tuve claro que tenía que ir allí, así que decidí dejarlo todo: mi casa, mi trabajo, mi coche y la comodidad de estar cerca de mi familia y amistades, porque no quería perder a mis hijos.
"He aquí yo les traeré sanidad y medicina ; y los curare y les revelare abundancia de paz y verdad."

En el Centro Vida Nueva se nos amó desde el primer minuto en el que llegamos, se me dijo la verdad y palabras de esperanza que tanto necesitaba a través de responsables del centro. Además, encontré un verdadero hogar donde por primera vez experimenté amor, respeto y paz. Además, pude descubrir lo mal que había actuado como madre y aprendí lo que era una verdadera y comprometida maternidad. Se me enseñó a amar, a bendecir y a cuidar de mis hijos, a corregirlos con firmeza, pero sobretodo con amor, y sin la irá y la violencia a la que estaba acostumbrada, aprendí a ser constante en su educación, a no cansarme, y de una forma nueva empecé a disfrutar verdaderamente con ellos y de ellos. Dios empezó a ordenar mi vida al obedecerle y me enseñó, y sigo aprendiendo, a no perjudicar a mis hijos cuando tengo enfados o me asoma el egoísmo. Además, he aprendido a amar el consejo que me ha ayudado muchísimo a no volver a tomar esas malas decisiones que me llevaron a necesitar desesperadamente ayuda.
La verdad y la misericordia de Dios me ha cambiado a mi y a mis hijos. A día de hoy soy una mujer transformada
La verdad y la misericordia de Dios me ha cambiado a mi y a mis hijos. A día de hoy soy una mujer transformada por la Gracia de Dios, puedo cuidar de mis hijos y de otras personas. Ahora puedo dar bueno, soy voluntaria del centro y ayudo a otras vidas que vienen como yo llegué. Ahora soy una mujer con cordura, esforzada, diligente, trabajadora y sobretodo llena de fe y esperanza, estoy muy agradecida a Dios, a los pastores y a todo el equipo de responsable que participó en que mi vida saliera a adelante.

Esperando las preciosas promesas en Dios para mis hijos y para mi. Mi casa y yo serviremos al Señor.

Aumentará el Señor bendiciones sobre vosotros; y sobre vuestros hijos. Bendecidos para la gloria de Dios.

Comentarios

  1. Gracias Luzy por explicar con tanto detalle como eras antes de conocer el Evangelio del Señor Jesucristo. Ahora podemos ver Su Gloria en ti. Soy testigo de que ahora eres una mujer completamente diferente. Nueva, llena de Gracia y Sabiduría para con todos los que te rodeamos. Libre para ver y hacer lo bueno según Dios y rechazar lo malo. Gracias por preferir Su Gloria y hablar verdad. Y por servirle con todo tu corazón.

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  2. Muchas gracias Lucy por tu glorioso testimonio. Es verdad que para Dios nada es imposible. De verdad se ve la Gloria de Dios en ti. Os Amamos. Dios es Fiel. AMEN.

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  3. Muchas gracias por abrir tu corazón! Veo como DIOS con SU Gracia y Misericordia os arropado de SU AMOR, a través de sus hijos e hijas que sirvan con Gozo en EL MESONsin esperar nada en cambio. ERES un ejemplo de que DIOS está obrando en medio de toda dificultad que se pueda levantar y que las promesas de DIOS SE ESTÁN CUMPLIENDO y que DIOS siempre es FIEL

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  4. Lucy, gracias por querer abrir tu corazón contando con claridad de tu pasado y el presente nuevo que Dios te ha regalado a través de las personas que han estado hay cerca tuya y de tus hijos en vida nueva. Gracias por los años que llevamos conociéndonos eres una mujer que amas a Jesús y por eso Le sirves. Un abrazo

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  5. Muchismas gracias Lucy por abrir tu corazón. Eres una bendición y un ejemplo.

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  6. Gracias Lucy por compartir cómo Dios te ha cambiado la vida!! Me encanta verte y saludarte cada vez que voy a Vida Nueva porque irradias felicidad y amor. Un abrazo!!
    Joselin Rengifo

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  7. Es una bendición ver cómo Dios es poderoso para cambiar una realidad como la vuestra y daros un futuro de vida!! Gracias por contarnos tu testimonio de una forma tan cercana, eres una bendición tremenda y un ejemplo para mi!! Un fuerte abrazo!!

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  8. Lucy me acuerdo cuando llegaste a la comunidad se te veía triste sin esperanza pero ahora ver la mujer la madre que te has convertido trae gozo a mi corazón al ver una y otra vez una de sus carácteristicas de Dios de que el es muy bueno!!! Soy testigo de que ahora eres una mujer VALIENTE Y ESFORZADA que busca ante todo el agradar a Dios por encima de todas las cosas doy gracias a Dios por tu vida por lo que ha echo hasta aquí y por lo que veremos que aún no lo vemos pero que el esta obrando recibe un grande abrazo Diego raquel y Joel te queremos mucho

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  9. Has sido un ejemplo de lo que Dios puede hacer en una vida que es obediente y se deja moldear por El. Un fuerte abrazo.

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  10. Es verdad y doy fe de lo que Dios ha echo en ti, una vez más hemos podido ver la realidad en el centro -VIDA NUEVA - lo imposible Dios lo hace posible...
    Dios te ha demostrado su fidelidad y lo seguirá haciendo. Y por eso confiamos, esperamos y proclamamos que ,veremos las promesas que Dios te ha dado cumplidas, pues Sus promesas son siempre si y AMEN...

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  11. Muchísimas gracias! Gracias por contar con tanta generosidad tu testimonio, es precioso ver como el amor de Dios salió a tu encuentro y té transformo!!

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  12. ¡No consigo imaginar esa mujer que un día fuiste Lucy, porque hoy eres radicalmente diferente! Cómo me bendice leer un testimonio tan claro de cómo la vida sin el Evangelio está condenada al fracaso (igual que mi vida lo estaba), pero también cómo Jesús nos extiende Su Mano y nos concede el regalo de vivir de una forma completamente nueva, en libertad, en amor, con generosidad... y lo que me maravilla más es que este regalo está al alcance de todos y es real en el Centro Vida Nueva, donde los responsables bajan los Principios del Reino a lo práctico, de una manera sencilla y eficaz. ¡Gracias Padre por tu obra real, por tu Restauración y tu Misericordia!

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  13. Me alegro muchísimo por todo el cambio que relatas en tu testimonio, Lucy. Me encanta la vida que transmites y el gozo que tienes. Gracias por dibujarnos de forma tan clara el pasado, creo que eres muy valiente al hacerlo, y aporta mucha esperanza ver cómo pueden cambiar las cosas gracias a Dios. Un abrazo

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  14. Una de las cosas que más me ha confrontado siempre de tu vida es que una vez que aceptaste a Jesucristo en tu corazón adquiriste un muy alto compromiso y firmeza con el Evangelio. Todo ello independientemente de las circunstancias y problemas que te rodeasen, siempre fiel y siempre hasta el final. Muchas gracias.

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  15. Lucy, una mujer valiente y esforzada digna de imitar. Que privilegio tan grande, que recurso del cielo tenerte tan cerquita a mi y poder ver la gloria de Dios tan latente en tu vida. Me bendice muchísimo conocer el corazón de Dios através de ti y ver tu fidelidad a Dios Sirviendo llena de gozo y energía a cada vida que llega a este hermoso hogar con tanta necesidad, incluyendo mi propia vida y la de mi hija. Muchísimas gracias Lucy por tu continua corrección con amor y templanza y por ser un claro ejemplo de una hija de Dios que ahora hace lo que un dia Dios hizo contigo mediante cada autoridad que puso en tu vida. Gracias gracias... Te quiero muchísimo.

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  16. Gracias, Lucy, gracias por abrir el corazón. Eres para mí todo un ejemplo de alguien que ama con el amor de Dios, que decide amar con todo a todos, sin elegir. Me bendice tu fidelidad y constancia y sé que realmente se ve la gloria de Dios en ti.

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  17. Es evidente y me gozo muchísimo en ver el milagro y transformación que Dios ha hecho en tu vida. Me bendice mucho verte vivir para ser de ayuda a otros y ver cómo haces con otras vidas lo que han hecho contigo primero. Estoy de acuerdo en que se ve la Gloria de Dios en ti. Gracias por abrir tu corazón.

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