Mary Peribañez

Me llamo María de las Virtudes Peribáñez nací en Zaragoza y llegué al Centro Vida Nueva el 25 de diciembre de 1988 con 21 años, entré en una situación de emergencia porque mi vida corría peligro debido a un ajuste de cuentas por problemas en los que me había metido. 
Venía de una familia con serias carencias y problemas. Debido a un serio accidente, mi padre se había sumido en la tristeza que le había llevado a una total dependencia del alcohol. Esto llevó a que mi familia se desenvolviera en una triste historia de maltrato y resentimiento. En mi familia conocí tanto la religión católica como la evangélica, pero suponían normas que no cambiaron nada nuestra triste y amarga realidad. Crecí con mucho miedos, temores y carencias, pero tenía claro que nunca iba a caer en la dependencia de sustancias, porque había visto lo que aquello había hecho a mi padre y después a toda mi familia.
Sin embargo, empecé a vivir exclusivamente para mis deseos, desoyendo todos los consejos, excusándome en los errores de mis padres para seguir por ese camino y terminé a los 21 años adicta a las drogas, con intentos de suicidio, con muchas relaciones conflictivas y violentas a mis espaldas, sin recursos económicos y sin nadie en quién apoyarme, porque hasta mis abuelos me habían echado de casa debido a mi conflictiva realidad. Además, estaba emocionalmente agotada, estaba llena de rencor, llevaba una vida de manipulación constante, era una experta en engañar y ganarme la confianza de la gente para engañarles y conseguir mis objetivos y por lo tanto no me fiaba de nadie.
Así llegué una Navidad a las puertas de Vida Nueva desesperanzada, físicamente enferma, rechazada, por la vida que había elegido y muy rebelde, porque no reconocía que mis errores me habían llevado a esa situación.
Cuando ingresé me sorprendió encontrarme rodeada de personas que se preocupaban por mí, que me amaban, nunca me sentí juzgada sino amada. Observé como aquellas personas que nos atendían tenían siempre palabras de verdad y esperanza, aunque había personas que les devolvían insultos o agresiones. Además, siempre me encontré con la verdad en sus bocas, me mostraron por primera vez que a pesar de mis malas experiencias tenía el privilegio de tener una madre que me quería y yo solo le estaba devolviendo violencia. Me enseñaron a asumir las consecuencias de mis actos y a deshacer los malos hábitos que habían conformado mi carácter infantil e inmaduro. Todo ello trajo madurez y fue formando en mí un carácter maduro y dejé de vivir guiada por cada pequeño deseo. Me costó fiarme de los responsables, porque venía de una naturaleza muy desconfiada, pero finalmente me convencí de que realmente había un verdadero amor y desinterés en todos aquellos actos.
Al poco de estar ingresada tuve una crisis y decidí marcharme, sabiendo que dejaba atrás mi única oportunidad de salir adelante y le dije a Dios “si estás realmente ahí ven a buscarme porque yo no voy a mover ni un dedo”. Al día siguiente, me encontré en la calle con el director del Centro que se acercó a mi y me dio una nueva oportunidad de entrar al Centro y entonces sin dudarlo decidí volver.
Mi primer año allí, fue una prueba para los que tuvieron que soportarme porque no estaba dispuesta a aceptar las pautas de convivencia, pero con el pasar del tiempo me cautivó el amor de los responsables que invertían todo su tiempo con nosotros, aún cuando llegaban cansados del trabajo, compartían su mesa y la de sus hijos con nosotros, su tiempo familiar. El amor me convenció y al ver familias que se trataban con tanto amor y respeto, resurgió en mi la esperanza de cambio.
En el Centro, a pesar de no tener ningún recurso económico se me capacitó para poder trabajar el día de mañana, se me facilitó estudiar, cuando venía de un fracaso escolar profundo y de abandonar los estudios, se me facilitó toda una educación, una formación y unos principios.
Uno de mis mayores retos durante la rehabilitación, fue enfrentar la relación con mi familia. Me llenaba de tristeza pensar en la situación en mi hogar, en lo mal que estaban pasándolo mis dos hermanas y mi madre con mi padre alcohólico y un sinfín de discusiones. Mi mayor clamor a Dios era que cambiara esta triste situación, porque cada vez que hablaba con mi madre los sábados a las 4 de la tarde podía palpar la dramática situación que le rodeaba. Recuerdo hablar de ello con uno de los responsables de los chicos que me decía que si Dios había podido cambiarlo a él seguro que podía cambiar la situación en mi familia, que nada era imposible para Dios.
Al poco tiempo, mi padre decidió ingresar en un centro y al poco de salir le diagnosticaron un grave problema de salud que le llevaría a la muerte. Sin embargo, milagrosamente los médicos comprobaron a los meses que la enfermedad había desaparecido, aquello transformó a mi padre. Además, con la ayuda de Dios pude ser capaz de perdonar a mi padre y de volver a amarlo. Mi padre pidió perdón a toda la familia por aquellos dolorosos años y Dios transformó la realidad de nuestro hogar, se respiró perdón, volvió a nacer el amor entre mis padres y de mi padre a mis hermanas, se fueron curando las heridas y pudimos disfrutar de una preciosa relación con mi padre durante 15 años en los que él pudo ver como me casaba y disfrutar de su nieto. Dios cambió mi vida y la de mi hogar, y nos dio esperanza.
Mi vida ha cambiado totalmente, Dios intervino, me dio esperanza y el Centro fueron sus manos y pies para darle un vuelco a mi vida. 
Aprendí a pedir perdón y a perdonar, a asumir mis errores, a cuidar y honrar a mis abuelos y padres. Me he convertido en una mujer llena de gozo y de ganas de vivir, Dios me concedió casarme, llevo ahora 24 años casada y tener un hijo que ahora tiene 22 años completamente sano.
Dios me ha restituido en todos los aspectos de mi vida, me he formado como cuidadora socio-sanitaria y ahora cuido a personas mayores con mucha alegría y amor y puedo trasmitirles la esperanza que tengo.
El Centro Vida Nueva sigue siendo una casa para mi y siempre que puedo sigo yendo Quiero agradecer a cada responsable que siempre han estado ahí para apoyarme a mi y a mi familia, cuando los hemos necesitado. “Gracias por amar a Dios, por ser ejemplo, gracias por atreveros y remangaros, por obedecer a Jesús y estar con personas nada agradables, algunas como yo, de lo peor de la sociedad, pero con vuestra ayuda y la intervención de Dios somos vidas nuevas; gracias por cuidar a lo menospreciado, a los enfermos y a los desamparados gracias por ayudarme a recuperar la paternidad de Dios en mi vida y la relación con mis padres, gracias porque ahora tengo un objetivo que alcanzar y es agradar a mi Dios hasta el final”

Comentarios

  1. Impresiona mucho el testimonio y la profunda e incondicional obra de amor de Dios en todo él, que no hay nada imposible para Dios. Muchas gracias por contarlo con tanta transparencia, soy testigo de que el gozo y el amor de Dios se pueden ver ti

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por los testimonios que nos trae esperanza Dios os siga bendiciendo grandemente

      Eliminar
  2. Muchas gracias Mari por ser tan concreta y tan sincera. Da mucha esperanza leerlo y ver qué mujer tan preciosa ha hecho de ti y la familia tan bendecida que te ha regalado. Me ha encantado poder leer la restauración de Dios con tus padres ¡Es asombroso! ^^

    ResponderEliminar
  3. Nada hay imposible para Dios. Gracias a Él y a Vida Nueva he visto la transformación en mis hijos, mis nietos y mi propia vida. Gloria a Dios. Angelina

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Mari por tu glorioso testimonio. De verdad sois Gloria de Dios tu y tu familia y que para Dios nada hay imposible. Os amamos. Gracias al Centro Vida Nueva por cada vida que podemos ver el amor de Dios. en sus vidas. Os amamos.

    ResponderEliminar
  5. Impresionante testimonio, una muestra mas de que hay nada imposible para Dios. Gracias por abrir tanto el corazón.

    ResponderEliminar
  6. Qué radical es la transformación que Dios quiere y puede hacer en cada vida que se deja moldear... Me conmueve poder leer cuál era tu anterior realidad, y cómo Dios le ha dado la vuelta totalmente, cómo ha obrado y sigue obrando con Poder en vuestro hogar, cómo os sostiene a día de hoy. Muchas gracias por abrir el corazón y permitirnos ver la gloriosa intervención de Jesús a través del Centro Vida Nueva y a través de cada responsable que se ha remangado y ha trabajado esforzadamente por acercar el Reino de Dios aquí. Toda la Gloria sea para nuestro Amado Jesús.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por tu testimonio, Dios es grande

    ResponderEliminar
  8. Hola Mary! Es impresionante todo lo que relatas. No sé cuántas veces te he oído contar tu testimonio, porque llevo oyéndotelo desde niño, pero cuanto más pasa el tiempo y más lo oigo, más me impacta. No he podido evitar emocionarme al leer las cosas que cuentas, muchísimas gracias por exponerte de esta forma al contarlo. También puedo dar fe de que hoy eres una mujer ejemplar, me encanta verte con ese gozo que te caracteriza, ¡verdaderamente es evidente para todos los que te conocemos que tienes una nueva vida! Gloria a Dios, pues solo Él puede hacer una obra así, gracias a cada responsable, y gracias a ti por perseverar y por creer, así como por contarlo. ¡¡Os quiero mucho a los 3!!

    ResponderEliminar
  9. Muchas gracias por abrir tu corazón y transmitir tanta esperanza.Realmente para Dios nada supone una dificultad! Y es todo un regalo poder ver el gozo que papá ha derramado en tu vida.

    ResponderEliminar
  10. Gracias Mary!! Por contar al mundo entero lo grande y Todopoderoso que es Dios. Recuerdo perfectamente cuando llegaste al Centro por primera vez y también la segunda vez y desde entonces y en toda tu rehabilitación se oía tu clamor a Dios pidiéndole ayuda por tu vida y por tu familia. Que precioso Dios que te contestó con abundancia sobre abundancia.
    Mary has sido fiel todos estos años y Dios se ha derramado en ti y en tu casa. Ahora brillas cada día de tu vida estás llena de gozo. Trasmites Vida. Te has fiado de Dios y su Paz y su Bendición no se apartan de ti. Gracias por contarlo. Me ha bendecido mucho

    ResponderEliminar
  11. Mary gracias a Dios por tu vida! y Gracias! por abrir tanto el corazón con tu testimonio y levantar a Dios eres un ejemplo siempre que vienes a casa bendices y transmites esa esperanza y amor que un día te transmitieron.

    ResponderEliminar
  12. Gloria a Dios, Realmente Dios nos da una Nueva Vida, es maravilloso nuestro padre, su fidelidad es GRANDE! Y lo veo reflejado en tu testimonio. Gracias por compartirlo tan claramente

    ResponderEliminar
  13. Gracias Mary!!
    Que preciosa vida te ha regalado el Señor .. el ha sido fiel..
    Nos encanta estar con vosotros familia.. porque reflejais siempre ese evangelio del que hablas.. el mismo q quiero vivir cada día y tener esa libertad de la que hablas.. la única q trae gozo y esperanza..
    Me encanta ver cómo tu hijo te trata.. t cuida y te respeta.. las personas q no creen, dirán q eso es educación pero va más lejos q eso..
    Son vidas dignas de imitar. Es evangelio vivido en casa. Os amamos..

    ResponderEliminar
  14. Gracias a Dios por El centro Vida Nueva y por los responsable que lo llevan.
    En él se respira amor, paz, gozo... Se siente un ambiente familiar, donde todos se ayudan unos a otros, colabaran entre si y se respetan mutuamente. El perdón avita en todo momento y se nota la misericordia de Dios, se puede experimentar el verdadero amor de Dios, ese amor agape del cual uno no sabe que existe hasta que lo vive. Son un gran ejemplo de superación puestos por Dios para seguir e imitar.

    ResponderEliminar
  15. Como me ha bendecido leer tu testimonio!! Me gusta muchísimo la fuerza con la que brilla la verdad de lo que es Vida Nueva!! Gracias por levantar con valor la bandera de la verdad para que todos la vean!!

    ResponderEliminar
  16. Verónica Dueñas22 de mayo de 2019, 5:13

    Amada Mari, al verte hoy parece imposible que hayas vivido todo lo que cuentas, pero se que no hay nada de mentira y nada de exagerado en tus palabras. Realmente mi corazón se ha conmovido al leer estas palabras, pero es que así es el amor de Dios, se derrama sin pedir nada a cambio, sin medir, no tiene límites. Realmente se ve la preciosa obra de Dios en ti y tu familia, sois muy amados. Gracias por bendecirnos; porque no me canso de leer los milagros que Dios ha hecho, hace y hará.

    ResponderEliminar
  17. Muchísimas gracias Mari, por compartirlo... una vez más asombrada de ver Su gracia, Su perdón, Su perfecto amor, Su eterna bondad...
    Y por ello gracias una vez mas a las manos que desean agradar a Dios correspondiendo, en el darse tan desinteresadamente, haciendo posible el deseo del Padre; la restauración de tantas vidas, y que ahora lo podamos ver en tu familia; está fidelidad en el servicio me bendice mucho...
    Esto se hace real cuando se ha recibido tanto, es verdad al que mucho se le perdona, mucho ama y vosotros lo hacéis con hechos y así el Padre se puede llevar la gloria cada vez que se os ve...

    ResponderEliminar
  18. Realmente estoy sin palabras y me sigo sobrecogiendo cada vez que veo la realidad del poder de Dios. Parece increíble mirándote ahora , todo lo que cuentas, porque gracias a la obra de Dios hoy eres todo un ejemplo precioso de gozo.
    Un fruto precioso que da la gloria a Dios.

    Gracias de verdad por abrir el corazón tan sinceramente y poder mostrar así la realidad que se vive en Vida Nueva.

    ¡Gloria a Dios por sus milagros y fidelidad SIEMPRE!

    ResponderEliminar
  19. Realmente estoy sin palabras y me sigo sobrecogiendo cada vez que veo la realidad del poder de Dios. Parece increíble mirándote ahora , todo lo que cuentas, porque gracias a la obra de Dios hoy eres todo un ejemplo precioso de gozo.
    Un fruto precioso que da la gloria a Dios.

    Gracias de verdad por abrir el corazón tan sinceramente y poder mostrar así la realidad que se vive en Vida Nueva.

    ¡Gloria a Dios por sus milagros y fidelidad SIEMPRE!

    ResponderEliminar
  20. Que bendición eres Mary para mí!!! Gracias por transmitir lo que Dios ha echo estar cerca tuya es siempre de ejemplo y bendición para mi Dios tenía desde el principio un plan contigo y se ha echo evidente gracias te quiero muchísimo yo y mi familia

    ResponderEliminar
  21. Muchas gracias por abrir el corazón
    Me he quedado sin palabras ya que de verdad puedo ver la gloria de Dios en cada palabra.
    Muchas gracias por ser ejemplo de servicio, gracias por levantar verdad, gracias por ser una mujer esforzada...
    Gloria a Dios por este testimonio

    ResponderEliminar
  22. Muchas gracias Mary es sobrecogedor!! tu testimonio, lo he oido muchas veces pero leerlo hoy ha sido impactante y sobrecogedor, es innegable que para el que cree el evangelio y permanece en Dios, su vida es transformada.
    gracias por ser valiente y abrir así el corazón, estas lineas traen esperanza y Glorifican al Dios de los imposibles. gracias a los responsables que están ahí siendo usados por Dios y siendo instrumentos día a día, para que el evangelio de salvación que transforma, brille y testifique del poder, del amor, de la misericordia, de la verdad, de la bondad y la esperanza que tanto necesitamos....
    un abrazo fuerte Mary os queremos mucho.
    Isabel.

    ResponderEliminar
  23. Me cuesta imaginar a aquella vieja Mary siendo testiga de la mujer en la que Dios te transformó. Eres preciosa. Un ejemplo para mi vida. Gracias por abrir el corazón y traer tanta esperanza. Que regalo más grande!!! Eres un claro reflejo de la Gloria de Dios.

    ResponderEliminar
  24. Rebeca
    Mary cómo me ha bendecido tu testimonio, y como me bendice tu vida! Tu vida y ese gozo que Jesús ha puesto y que tanto te caracteriza.
    Te quiero mucho

    ResponderEliminar
  25. Miriam Martínez27 de mayo de 2019, 6:05

    Muchas gracias por abrir el corazón¡ Me ha conmovido cada palabra de tu testimonio, es precioso ver como Dios siempre estuvo a la puerta llamando a tu corazón. Doy fe de que hoy no te pareces en nada a lo que cuentas, hoy verdaderamente eres una mujer ejemplar, hoy se disfruta mucho estando cerca de ti, siempre con la sonrisa en el rostro...Gracias¡ Gracias por tu ejemplo y por todo el servicio que aun hoy sigues dando a la comunidad.
    GRACIAS¡¡¡
    Miriam Martínez

    ResponderEliminar
  26. Muchísimas gracias Mari por dar testimonio de lo que Dios ha echo en tu vida, sobretodo por darlo en el dia a dia, porque se puede ver en ti a una mujer llena de gozo.
    Eres todo un ejemplo y me encanta poder aprender de ti y ver a través de vidas como la tuya que Dios es fiel hasta el final.
    Me encanta poder disfrutar de ti y de tu familia sois un gran regalo ! Y nos sois de muchísima bendición.GRACIAS!!

    ResponderEliminar
  27. Muchas Gracias Mary por la sinceridad y transparencia . Me ha encantado leer tu testimonio y ver la abundancia de bien de la que Dios te ha rodeado. Soy testigo de que eres una persona llena de gozo y de fe que vive para la gloria de Dios.

    ResponderEliminar
  28. Gracias Mari por dejarnos ver la gloria de Dios en tu vida, viéndote hoy es difícil imaginar esa Mari de la que hablas, Dios ha cambiado completamente tu lamento en danza es super agradable estar a tu lado, y es precioso ver como ahora vives para servirle a Él. Te amamos mucho.

    ResponderEliminar
  29. Gracias Mary, por hablar del único que ha podido cambiar tu destino que es Jesús traiendo a tu vida solo bien porque Dios es muy bueno y gracias de las personas que el a utilizado en Vida nueva para traer lo bueno a tu vida. Gracias por los años que llevo conociendote siempre he visto en ti una mujer obediente y valiente. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  30. Nunca dejará de cautivarme como el amor de Dios no sólo se queda en la propia vida restaurada sino que, si esa vida se deja usar por Él, llega hasta el último rincón de su familia y de su propio hogar.
    La verdad es que sois un ejemplo de familia y es una bendición cada vez que hablo con vosotros y compruebo esta radical transformación.

    ResponderEliminar
  31. ¡Qué impactante es tu testimonio Mary! Gracias por abrir así el corazón. Me da esperanza ver tan claramente la MISERICORDIA y el PODER de Dios. Mary gracias por haberme soportado tantos años, por enseñarme... Por amarme tanto. Mary gracias por tu ejemplo de compromiso en lo secreto. Me bendice mucho el celo que tienes por los negocios de tu Padre. Disfruto mucho de poder servir a tu lado. Eres un ejemplo! Te quiero mucho

    ResponderEliminar
  32. Mary, gracias por abrir el corazón de esa manera. Realmente tu vida le da la gloria a Dios y es una muestra clara de Su amor y paternidad. Estoy muy agradecida de cada momento que he podido estar cerca tuyo y ver tu firmeza, tu disposición a servir en lo que haga falta y tu compasión con cada vida que está cerca.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario