Shirley Terán

Hola, me llamo Shirley y tengo 25 años. Nací en Bolivia y soy la mayor de tres hermanos. Recuerdo que desde muy pequeña mis padres trabajaban mucho para poder mantenernos y esto supuso que mis hermanos y yo pasáramos mucho tiempo solos. Fue entonces cuando empecé a tomar mis propias decisiones erróneas de no ir al colegio, comencé a mentir y a ocultar las cosas a mis padres. Mi padre intentaba corregirme de la mejor manera, pero yo no aceptaba la corrección porque la entendía erróneamente como un  rechazo. Conforme fui creciendo empecé a robar en mi propia casa y malgastar el dinero en tonterías, a rebelarme en contra de mi padre y debido a ello discutíamos constantemente. Para intentar dar una solución a esta situación mi padre solía mandarme fuera, a la casa de mis tíos, para que aprendiera la lección, ya que ellos tenían la fama de ser estrictos y firmes. Durante la estancia con mis tíos recuerdo  que me hacían comparaciones constantes con mi hermana, por lo que sentía cómo se me endurecía el corazón y crecía la envidia contra ella.

Poco tiempo después, mis padres vinieron a España y nos dejaron al cuidado de un abuelito y una chica. Mi hermana y yo maquinábamos constantemente para deshacernos de ella. Al tiempo llegamos a España y fue entonces cuando todo salió a la luz, la rebeldía que llevaba dentro empezó a manifestarse de diferentes maneras y no podía controlarla. No solo me rebelaba sino agredía verbalmente a mis padres y a mis hermanos. Recuerdo agredir violentamente a mi hermana y desearle la muerte debido al odio que guardaba en el corazón. Me daba exactamente igual verla llorar, yo no podía sentir nada de compasión, aunque veía el daño que estaba causando. La situación en casa me llevo a una profunda tristeza y a un fuerte rechazo hacia mi familia. No podía amar. La amargura que había dejado nacer en mi corazón creció y se hizo más fuerte, por esto no tenía una estabilidad emocional. La situación era insostenible y la relación con mi familia se rompió totalmente. No hablaba con mi padre aunque vivíamos en la misma casa. Podía pasar más de un mes sin dirigirle la palabra, él entraba por un puerta y yo salía por la otra. En el colegio suspendía todas las asignaturas y hablaba con los educadores sociales que me decían que mi situación era pasajero, que se me pasaría, pero no fue así. Fui aislándome de mi familia y había momentos en los que solo quería desaparecer, me daba igual seguir viviendo, no tenía ninguna razón para vivir. 

Mi situación se agravó cuando comencé a robar en tiendas de Pamplona y la policía me detuvo. Mis padres acudieron a la comisaría para pagar la fianza, pude ver en sus caras una profunda decepción. Intente suicidarme dos veces y al no conseguirlo solo quería que el día pasara rápidamente una y otra vez…
Fue así como llegue a Vida Nueva, una joven fracasada, manchada por el pecado, llena de heridas, sin esperanza, sin propósito, sin vida y con la capacidad de herir a otros.
Durante el tiempo de mi rehabilitación me presentaron a un Dios poderoso, que podía cambiarme y darme un corazón nuevo.  Conocí a Dios a través de las vidas que vivían los principios de Dios.  Me daban bien aun cuando yo daba mal, me trataron con respeto y amor, me dieron de su tiempo y me hablaron siempre la verdad , lo cual lo agradezco tanto..., se expusieron a mis reacciones que en ocasiones no fueran buenas,  soportándome y pasando por alto cada falta. Al principio me resultó difícil contar lo que me pasaba, jamás había abierto el corazón a nadie. Pero con paciencia me ayudaron a poner nombre a mi pecado, a la envidia, a la rebeldía, al egoísmo, a la amargura, a la independencia, etc. Cada responsable fue el medio de Dios para mi vida, limpiaron y vendaron cada herida que yo había causado con mi propio pecado. Cubrieron la necesidad material y espiritual que tenía, me enseñaron a vivir en familia y pude restaurar la relación con mi familia. Aprendí a pedir perdón, pude perdonar y recibir el perdón de Dios. Dios sigue trabajando en mí y mostrándome mi pecado cada día,  pero 
Dios quitó el corazón de piedra que tenía y me dio un nuevo corazón con la capacidad de sentir y amar.
Dios me ha hecho hija suya, ahora ya no vivo en tristeza, me ha dado el poder de vivir en Gozo, de cuidar de mis hermanos y de disfrutar con ellos cuando estamos juntos. Además, por la Gracia de Dios pude terminar los estudios.

Aprovecho para dar gracias a cada responsable que ha invertido su tiempo Stella, Neús, Adila, Begoña…Gracias, gracias, gracias por hablarme siempre la verdad y gracias a la Comunidad que ha día de hoy es un hogar para mí. Agradezco tanto a Dios por invertir en el  rescate de mi vida cuando yo no era lo mejor de la sociedad,
Dios no ganaba nada conmigo y aun así viendo mi condición y sin merecerlo me dio una vida nueva rodeándome de una familia,  una vida con propósito y para agradarle.

Comentarios

  1. Gracias por abrir tu corazon y tu vida para que glorifiquemos a Dios por ver su imagen en ti .Ameeeen! Impactado y quebrantado.Gracias señor!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Shirley por compartir tu testimonio. Gracias por la sonrisa que Dios pone en tu cara cada dia. Dios es bueno siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Shirley!! Gracias por contarnos tu testimonio. Lo que yo veo que sale de ti ahora es muy diferente a tu pasado. Cuidas a niños y a mayores. Siempre con tu sonrisa. Atenta a cualquier necesidad y te brindas para ayudar. Abrazas y trasmites mucho amor y aceptación. Siempre te veo respetar y honrar a los mayores. Trasmites paz, alegría y mucha convicción en lo que haces. Siempre piensas en los demás y veo como confían en ti y muchos te quieren cerca. Y todo ello es fruto de haber creído en el más grande que ha pisado esta tierra. El Señor Jesús.

      Eliminar
  3. Shirley gracias por abrir el corazón. No conocí a aquella muchacha del pasado, pero sí te conozco ahora y es todo un privilegio estar cerca de ti. Eres un ejemplo vivo de humildad, de dar con generosidad y de felicidad. Te quiero mucho!!

    Joselin Rengifo

    ResponderEliminar
  4. Gracias Shirley por abrir el corazón y dejarnos ver la Gloria de Dios en tu vida. Gracias también por estar ahora siendo tú un precioso instrumento de Dios para restaurar a otros. Eres un ejemplo para mí. Un abrazo fuerte!!!

    ResponderEliminar
  5. Así es Shirley, solo Dios puede dar una vuelta de 180° a una vida, y así ha hecho contigo...
    Además, Dios no hace acepción de personas, si le crees, confías y te dejas tratar
    en Sus manos Él, restaura de esta manera tan sobrenatural... Gracias Shirley por compartirlo, a Dios por derramar tanta misericordia y a cada responsable que lo hace posible vez tras vez...

    ResponderEliminar
  6. Gracias Shirley, por querer contar lo que Dios a hecho con tu vida solo puedo decir gloria a Dios el es muy bueno y gracias a las personas que te han ayudado en vida nueva es parte de la provisión de amor hacia tu vida. Un abrazo Pedro Hinojosa

    ResponderEliminar
  7. Estoy muy agradecida por tu testimonio Shirley, ¡gracias! Porque sólo leer la desesperanza, la angustia, el pecado... que antes vivías y poder ver hoy la mujer que Dios va formado en ti... ¡es glorioso! Hoy eres digna de confianza, llena de gozo y humildad, cuidas de otros más pequeños y haces lo mismo que un día hicieron contigo, y amas a Jesús por encima de todo lo demás. ¡Gracias Amado Dios por tu obra! Y gracias a Vida Nueva por dar sin esperar nada a cambio, por amar como Jesús, por vivir el Evangelio Verdadero... ♡♡♡ Gloria de Dios siempre

    ResponderEliminar
  8. ¡¡¡Muchas gracias Shirley por abrir tu corazón de esta manera!!! Es una pasada la obra que el Señor ha hecho contigo... Realmente veo en ti el carácter de Jesús. Es un privilegio estar contigo.

    ResponderEliminar
  9. Guaauu Shirley, muchas gracias por abrir el corazón de esta forma, me ha gustado mucho sobre todo el ver que ahora eres una nueva criatura no hay nada que se pueda ver de tu pasado en la mujer que eres ahora. Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Gracias Shirley por contar lo que Dios ha hecho en tu vida, y gracias a Dios por su bondad y misericordia para con nosotros.

    ResponderEliminar
  11. Shirley, realmente eres una mujer transformada, ya no queda rastro de ese pasado en ti. Es una bendición ver cómo ahora transmites gozo, paz, amor y deseos de compartir bien con los demás. Gracias por abrir así el corazón.

    ResponderEliminar
  12. No puedo dejar de sorprenderme por la gracia y misericordia de Dios. Realmente Él obra milagros. Gracias por compartirnos tu testimonio, Shirley; gracias a Vida Nueva por escuchar el corazón de Dios y ser una familia para las vidas que recogéis, gracias por darlo todo, por amar como Dios ama. ¡Gracias!

    ResponderEliminar
  13. Shirley me ha encantado y me encanta ver lo que Dios ha echo contigo como es lo que te caracteriza la obediencia y el gozo cuando antes y dando fe de que estabas atrapada en la rebeldía y tristeza y ahora ver en ti la mujer que te has convertido solo puedo decir gracias DIOS porque lo has echo con esta muchacha que ahora es una mujer preciosa que en su momento fue ayudada y ahora ayuda a otros doy gracias a Dios por haberme dejado estar cerca tuya para ver la transformación te queremos mucho mucho recibe un grande abrazo de parte de Diego Raquel y Joel

    ResponderEliminar
  14. Gracias Shirley por contarnos a corazón abierto tu testimonio, realmente eres una nueva criatura que vive para glorificar al único Dios que hace posible cualquier imposible, eres un ejemplo de servicio y entrega, puedo ver de cerca como sirves a Dios con gran gozo y pasión, y como eres instrumento usado por Dios para ayudar a otros, tengo el privilegio de servir cerca de ti y me eres de gran ejemplo de docilidad y humildad, verdaderamente... NADA HAY IMPOSIBLE PARA DIOS!!!! Toda la gloria sea para Él. Te amamos mucho.

    ResponderEliminar
  15. Shirley, me cuesta tanto imaginár a quien describes, yo conozco a una SIERVA, a una preciosa mujer obediente, mansa, humilde, gozosa y con una templanza que refleja claramente a Cristo. Muchisimas gracias por tu transparencia y por abrir el corazón de par en par y permitirme ser tan esperanzada al ver el poder de Dios en tu vida. Gracias por tu ejemplo a diario por tu tierna corrección y por tu amor!!! Te quiero.

    ResponderEliminar
  16. Hola Shirley. ¡Cuánto me alegro de que todo aquel pasado oscuro haya quedado atrás! Muchas gracias por contarnos a todos, de forma tan valiente y clara, lo que vivías y lo que Dios ha hecho en ti. Me ha gustado muchísimo leerlo. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Hola Shirley. Gracias por abrir tu corazón y explicar la realidad de lo que has vivido y vives, como Dios ha transformado tu vida y la ha cambiado por completo. Siempre la verdad (Jesús) es la que realmente nos libera. Estamos muy contentos de ver ahora tu vida de gozo y ejemplo para todos nosotros. Dios nos cambia para ayudar a otros y decirles que para Dios no hay nada imposible. Un fuerte abrazo. Xalom.

    ResponderEliminar
  18. Aunque desconocía muchas de las cosas que nos has relatado, ahora puedo ver en ti el corazón servicial y generoso que te Él ha dado. ¡Gracias por contarnos lo que Dios ha hecho en ti! ¡Te quiero mucho!

    ResponderEliminar
  19. Me encanta poder ver cada día en ti como toda esa gracia del cielo que has recibido no se ha quedado estancada ahí sino todo lo contrario, la das constantemente desde los más pequeños que cuidas hasta los trabajos bien hechos y con excelencia que haces siempre. Doy fe de la transformación real y radical, gracias por abrir el corazón.

    ResponderEliminar
  20. Hola amada! Qué poderoso testimonio! Cuánta gracia del cielo! Me bendice mucho tu valentía Shirley para abrir tu corazón de esa manera y levantar a Jesús como lo haces. Eres un ejemplo para mí vida. En muchas ocasiones ver cómo elegías el renunciar tu comodidad y te exponías igual a ser herida pero buscabas agradar al Padre, me confrontaba mucho y a día de hoy lo sigue haciendo. Me encanta el corazón de hija que Dios te dió. Es precioso ver cómo anhelas con mucha pasión agradar a Jesús e imitar a nuestros mayores. Disfruto mucho de estar contigo, eres una bendicion . Te quiero un montón :-)

    ResponderEliminar
  21. Me ha encantado leer tu testimonio, Shirley. Y lo que más me gusta es poder ver como vives el Evangelio día a día. Me encanta tu corazón nuevo servicial y generoso y puedo decir que eres de aliento y ánimo para mí. Gracias por tu servicio fiel como "mamá" y en todo lo que Dios te pone, quiero imitar tu docilidad , me bendice mucho estar contigo. Te quiero.

    ResponderEliminar
  22. Es un privilegio poder ver la gran obra que ha hecho Dios en ti y poder tenerte cerquita. Gracias por haber abierto así el corazón, me bendice mucho tu vida y la forma en la que vives para Dios, cómo has entendido que no hay otra manera de vivir en este mundo que siguiendo lo pasos de Jesús y viviendo como lo hizo Él. ¡¡Te quiero mucho!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario